Coma: Entre el sueño y la vigilia


A diferencia del carácter infinito de Time4Cat (Megadev, 2008), y de los puzles con una curva de dificultad ascendente de Cardboard Box Assembler (Adult Swim Games, 2012), hoy os proponemos un Artcade insólito y particular, como lo son todas esas pequeñas obras de autor que nos intentan contar una historia. Coma (Atmos Games, 2010), primer título independiente de Thomas Brush, es lo que llamaríamos un brief game, juego de corta duración como Passage (Jason Rohrer, 2007) o Gravity Bone (Blendo Games, 2008), pero que, además, define su experiencia en una sola partida. El atractivo de esta categoría se esconde detrás de un instante y responde a las sensaciones que despierta en el jugador. Con Coma pasa lo mismo: no nos espera un gran reto y apenas tiene valor rejugable, más bien se trata de un breve viaje introspectivo con una reflexión final.

En Coma manejamos a Pete, un diminuto personaje que busca a su hermana en un universo onírico que nunca es lo que parece. No se complica en los controles, con un cursor para movernos y la barra espaciadora para saltar. El ratón también es importante, pero se reserva solo para interactuar con los personajes del mundo, como si Brush quisiese que hiciésemos un alto en el camino y así prestarle la atención debida a cada línea del escueto guión. Con reminiscencias reconocidas por el autor como Nevermore 3 (Adam Westerman, 2009) y un estilo sombreado que a veces recuerda a Limbo (Playdead, 2010), Coma traza una aventura basada en sencillos puzles y un pequeño escenario que a veces debemos desandar. Nunca representa un desafío, pero sorprende de vez en cuando con situaciones absurdas y cambios en los parámetros de las mecánicas de juego.

Lo más llamativo de Coma es lo que nos encontramos bajo tierra, como contrapunto al paisaje idílico de los primeros compases, y como advertencia de una trama que subyace bajo las notas de un piano de cola. La melodía relajada acelera su ritmo para adaptarse a cada localización y sabe cuando detenerse y dejar todo el protagonismo a los efectos sonoros, otro importante aspecto evocador del título. El jugador siempre tiene un buen motivo para seguir avanzando dentro de este mundo entre lo real y lo ficticio, como esos sueños en lo que algo nunca termina de encajar y en los que se mezclan pasajes cotidianos y surrealistas: a veces encantadores, otras, inquietantes.

JUÉGALO EN: Atmos Games

 

OBSERVACIONES:

– Se recomienda acercar la pantalla del navegador hasta el 150% (más o menos), para observar mejor los escenarios.

– La experiencia gana enteros con unos auriculares.

– El juego está en inglés, aunque no es un impedimento para completarlo.

– También se puede jugar en Adult Swim.