Evolve: La evolución de la bestia


Todavía recuerdo, como si fuese ayer, la primera vez que vi Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979). En el film protagonizado por Sigourney Weaver, la tripulación de la Nostromo despierta de su criogénesis durante un viaje de vuelta a la Tierra para atender la llamada de socorro en un planeta deshabitado. Allí, encuentra una nave alienígena abandonada a su suerte, con un piloto muerto con el pecho perforado y un montón de huevos de una extraña criatura. Uno de ellos eclosiona y ataca a un tripulante de la Nostromo rompiendo el casco de su traje espacial, lo que obliga al resto a salvaguardarlo dentro de la nave. Tras desatender las órdenes de Ripley de mantener al herido en cuarentena, el horror se desencadena. La criatura, que se alimentó del primer huésped, siguió creciendo y cazando nuevas víctimas, escondiéndose y evolucionando hasta alcanzar la forma definitiva que conocemos, un Xenomorfo basado en el diseño de Necronom IV de H.R. Giger.

Si la teniente Ripley y compañía se hubiesen topado con el Xenomorfo poco después de salir del cuerpo de Kane, les habría costado menos esfuerzo exterminarlo y, con ello, habrían salvado muchas vidas. En Evolve (2k Games y Turtle Rock Studios, 2015) se da una situación similar a lo visto en Alien, pero con la particularidad de que somos una parte activa del videojuego y se deja en nuestras manos la decisión de encarnar a  la bestia o cooperar dentro del grupo humano que deberá darle caza.

Construyendo las mecánicas de caza

La fórmula de cazadores y cazados funciona realmente bien en el cine. Existen multitud de películas en las que terribles criaturas protagonizan las peores pesadillas: Predator (John Mc Tiernan, 1987), Jurassic Park (Steven Spielberg 1993) o Pitch Black (David Twohy 2000) son solo tres ejemplos en tres décadas diferentes. De la misma manera, en la industria del videojuego también hemos adquirido muchas veces ese rol de cazador y el ejemplo más inmediato lo tenemos en Alien: Isolation (The Creative Assenbly, 2014). Sin embargo, en esta ocasión los tiros van más enfocados a una experiencia multijugador y la encargada de proponer esta nueva alternativa nest gen corre a cargo de Turtle Rock Studios, un estudio con experiencia conocido por otros proyectos como Left 4 Dead 2 o Counter Strike: Condition Zero.

Evolve, a cuya beta hemos tenido acceso hace algunas semanas, se basa en un multijugador cooperativo y competitivo que enfrenta a cuatro jugadores humanos (cada uno de ellos con unas habilidades únicas) contra un quinto que controla a la bestia. Desde el primer momento podemos elegir el rol a desempeñar, bien como uno de los cuatro cazadores o, por el contrario, como el poderoso antagonista. La versión final de Evolve incluye un total de 12 cazadores, cada uno con sus propios matices y con un único objetivo:  detener a uno de los tres monstruos disponibles desde el lanzamiento, más un cuarto que llegará en forma de DLC.

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La bestia es quizás la parte más interesante de Evolve. La posibilidad de empezar como presa y convertirse en cazador es realmente atractiva. Como bestia, el juego se desarrolla en tercera persona y, en los primeros compases, debemos escapar de nuestros perseguidores procurando no dejar huellas o avanzar espantando a otros animales de la zona para desconcertarlos. En esta primera fase (antes de evolucionar) no tenemos ninguna posibilidad de sobrevivir en un enfrentamiento directo, pero si conseguimos alimentarnos y mantenernos ocultos el tiempo suficiente, la bestia hará honor a su nombre. De hecho, alcanzar la fase dos y tres del bicho nos convierte en una amenaza digna de las mejores películas de terror.

Como comenté, durante la huida debemos alimentarnos de otros animales repartidos por el mapa, lo que nos permite evolucionar y mejorar así nuestros parámetros. Como criatura, pasamos de la completa indefensión a la fase 2, en la que con un poco de habilidad y a base de emboscadas podremos acabar con el grupo. Sin embargo, lo más recomendable es permanecer invisible en zonas pantanosas o alcanzar posiciones elevadas escalando por riscos escarpados hasta evolucionar de nuevo. En la tercera fase, nuestra bestia adulta se encuentra al máximo nivel, con lo que eso supone: un blanco realmente difícil de eliminar para los cazadores y una máquina de matar en posiciones de ataque.

Los engendros disponibles sin DLC mediante son: Goliath, una bestia con andares de gorila, carente de pelo y rodeado de espinas. Entre sus habilidades destaca su capacidad para lanzar pesadas rocas contra los adversarios, hacer cargas contundentes, escupir llamaradas por la boca o realizar un gran salto que provoca daños masivos en el área de impacto. Por su parte, a Kraken la rodean unos tentáculos a modo de calamar gigante (su diseño recuerda a la homónima criatura mitológica escandinava) y entre sus talentos sobresalen volar, lanzar rayos, provocar descargas que actúan como cadenas eléctricas que atrapan al enemigo, generar un vórtice energético capaz de derribar a los cazadores y colocar minas explosivas. El último depredador es Wraith, quien a pesar de contar con menos vida y menos armadura que las otras dos bestias, posee un tamaño menor que le confiere mayor agilidad y rapidez, además de mostrarse más sigiloso que las otras dos opciones. Wraith levita sobre el suelo y puede volverse invisible, teletransportarse y realizar un peculiar ataque supernova que libera un gran número de golpes físicos en un instante.

Si nos decantamos por el bando de los cazadores, la interfaz pasa a la perspectiva habitual de un fisrt person shooter. Nos desplazamos con unas mochilas retrorreactoras similares a las vistas en la saga Halo y que nos permiten seguir el ritmo de los veloces monstruos. Podemos elegir entre cuatro personajes, cada uno con un rol específico que complementa a los del resto del grupo, algo semejante a lo que ocurre en juegos como League of Legends, Smite o Dota 2. Por esto mismo, el trabajo en equipo es vital para la victoria y la supervivencia. El simple hecho de separarse del resto del equipo un instante o quedar rezagado puede ocasionarnos terribles consecuencias y condicionar el éxito del grupo.

Las cuatro clases en Evolve son asalto, apoyo, médico y trampero. La clase de asalto cuenta con la mayor potencia de fuego a corta y larga distancia, además de habilidades como el despliegue de minas o la invulnerabilidad durante un breve lapso de tiempo. Si nuestra elección es la clase de apoyo, el daño tampoco es uno de nuestros puntos débiles, ya que llevamos armas como el cortado láser y los misiles. Lógicamente, la clase apoyo tiene competencias que benefician al grupo, como la posibilidad de activar escudos que protejan a un miembro que se encuentra bajo un ataque, u otras que localizan al monstruo en el mapeado.

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El tercer rol es el especialista médico, clase que porta un rifle francotirador para guardar las distancias y mantenernos a salvo. Por supuesto, los especialistas médicos pueden curar a nuestros aliados para que no caigan en combate. La última alternativa es el trampero, el personaje más táctico en Evolve y que, pese a contar con un arma de fuego, su principal baza son sus múltiples estrategias de búsqueda y captura. Por un lado, al trampero lo acompaña una especie de perro (por llamarle de algún modo) con el que rastreamos la posición del engendro y detectamos sus huellas. Además, cuenta con habilidades útiles como encerrar a la bestia durante valiosos segundos en una cúpula láser o ralentizar sus movimientos.

Experiencia social

Evolve nos permite jugar, tanto en solitario como por internet, a un total de cinco modos; aunque el primero de ellos, Evacuación, incluye los otros cuatro en una especie de modo campaña. El título presenta 12 mapas que se verán ampliados a 16 con una descarga gratuita, números que se nos antoja escasos en un juego de estas características. Durante las partidas, en caso de no haber suficientes jugadores o de que nos decantemos por el juego en solitario, Evolve rellena con bots las posiciones vacías para que los equipos nunca queden descompensados. Además y aunque todavía es pronto para una valoración definitiva, la IA es bastante competente, apenas comete errores graves y es todo un desafío para los jugadores más experimentados.

En cuanto a los cuatro modos de juego, Caza es el principal con el que Evolve se ha dado a conocer y posiblemente el más interesante. En esta modalidad, que más o menos ya expliqué al inicio del artículo, la bestia debe huir de los cazadores, mientras pasa desapercibida hasta alcanzar las fases 2 o 3 y así pueda hacer frente a sus perseguidores. La partida termina cuando los cazadores acaban con la bestia o, por el contrario, esta aniquila a los cuatro cazadores al mismo tiempo o destruye un generador de energía que se activa en la última evolución de la criatura. En el modo Nido, por otra parte, el objetivo de los cazadores será destruir los huevos del monstruo repartidos por el mapa y, por supuesto, la bestia debe evitarlo. Este modo tiene además un pequeño componente táctico: la posibilidad de que el jugador que desempeña el rol de bestia eclosione en cualquier momento uno de los huevos, con lo que renuncia a su defensa, pero gana una cría controlada por la IA que le sigue y actúa en su beneficio.

Rescate, recuerda un poco a las misiones de terror de XCOM: Enemy Unknown. En este modo, los cazadores deben encontrar a los supervivientes repartidos por el mapa y evacuarlos, mientras que el monstruo tiene que matar al mayor número posible. Por último, en Defender, la bestia tiene como objetivo destruir una plataforma de combustible rodeada de dos paredes de energía. Los cazadores, mientras tanto, deben retenerla el máximo tiempo posible hasta que la nave de huida termine de repostar el depósito. El engendro cuenta con  numerosas crías que atacarán a los cazadores, además de comenzar la partida directamente en la fase 3.

El modo Evacuación citado anteriormente consta de series de cinco partidas con los cuatro modos anteriores, pero permite que cada partida tenga consecuencias sobre la siguiente, de la misma forma que sucede en Levolution en Battlefield 4. Nuestros resultados en cada ronda afectan al escenario de la siguiente partida. En definitiva, Evolve nos trae una propuesta original y atractiva, con un multijugador perfectamente balanceado. Quizá el único aspecto que deben pulir en Turtle Rock Studios es el pequeño desequilibrio que se produce en las partidas con la bestia Whrait en escena. Por lo demás, pese a que podríamos pensar que los encuentros son desproporcionados (cuatro jugadores contra uno), en realidad las fuerzas están muy ajustadas: las victorias no dependen de elegir un personaje o un bando concreto (a excepción de lo que comentamos con Whrait), sino que el protagonismo recae en la pericia y la experiencia de cada clase de cazador o bestia.

El cóctel está claro: trabajo en equipo y habilidades únicas y complementarias entre los personajes, una mezcla que nos hace pensar que Evolve es una buena opción como experiencia social y multijugador en esta next gen. No nos sorprendería un futuro ligado a las retransmisiones en streaming de Twitch o Steam y puede que un título importante para los eSports, quien sabe. ¡Pulgares arriba!