Dimension Drive: Frenesí y acción entre dos pantallas


Tuve mi primer acercamiento a los bullet hell, y a los shooter verticales en general, con Galaga (Namco, 1981), título que acompañaba a Asteroids (Atari, 1979) en la Atari 7800 que teníamos en casa. Sobra ahondar en el inhumano número de horas que mi hermana y yo invertimos destrozándonos las manos con aquellos mandos y en la cantidad de gritos que emitíamos mientras lo hacíamos. En la primera partida durábamos segundos, después minutos y luego, precedido por un «venga, esta es la buena», jugábamos la peor partida de todos los tiempos y perdíamos estrepitosamente. Con los años, probamos diferentes revisiones de la fórmula, se sucedieron los 1941: Counter Attack (Capcom, 1990), DonPachi (Cave y Nihon Falcom, 1995) hasta llegar a  títulos mucho más modernos como fue el caso de Ikaruga (Treasure, 2001) en DreamCast y GameCube (según regiones), y pese a la pobre versión PAL. Tras el título de Treasure y sus mecánicas de cambio de polaridad, pensaba que la fórmula ya no podía dar más de sí. Cómo no, estaba equivocado.

El género se fue convirtiendo en una especie de rara avis para mí. Los nuevos títulos no conseguían rellenar el hueco que habían dejado las entregas de Ikaruga y tuvieron que pasar varios años hasta recuperar de nuevo la ilusión por los bullet hell: más o menos cuando conocí a David Jiménez y Alejandro Santiago. Estos dos ingenieros de la Agencia Europea del Espacio, amantes de los arcades de los ochenta, decidieron unir sus esfuerzos para sacar adelante Dimension Drive (2 Awesome Studio), shoot ‘em up vertical que llama la atención por desarrollar la acción en dos pantallas de forma simultánea. Sin embargo, pese a la originalidad que planteaba el título, la aventura de estos dos ingenieros se complicó un poco durante su financiación en Kickstarter.

Durante su crowdfunding, y a falta de unas horas para concluir la campaña sin alcanzar el objetivo, el estudio decidió realizar una retransmisión en directo para, al menos, agradecer el apoyo a toda la comunidad que había apostado por el proyecto. Sin embargo y contra todo pronóstico, a última hora un donante les entregó la cantidad exacta que necesitaban para que Dimension Drive pudiese ser una realidad. 2 Awesome Studio habían logrado lo imposible. Por desgracia, poco después, un correo les informaba de que esa donación in extremis había resultado ser un fraude y que Kickstarter se veía obligada a cancelar la campaña.

Tras este duro golpe, la prensa nacional e internacional se hizo eco de lo sucedido, lo que les animó a lanzar una segunda campaña. Decisión acertada ya que, esta vez, el crowdfunding fue un éxito y el juego empezó a tener el reconocimiento de plataformas y entidades como Indigo, Game Lab, Gamescon, Tokyo Game Show… entre otras muchas.

Tal y como comentaba al principio, Ikaruga consiguió llevar la fórmula del shoot ‘em up vertical a su máxima expresión. Mecánicamente era mucho más preciso y pulido que sus predecesores, pero también contaba con un elemento único y diferenciador que lo convertía en un título superior: un cambio de polaridades que obligaba al jugador a prestar atención en el color de los proyectiles para saber cuáles eran beneficiosos (y podíamos absorberlos para restablecer nuestros niveles de energía) y cuáles eran perjudiciales y debíamos esquivar. El título de 2 Awesome Studio, al igual que el de Treasure, toma lo imprescindible del género, pero se centra también en su punto diferenciador: los dos planos de la acción.

De este modo, y aunque en Dimension Drive encontramos los clásicos power ups para aumentar la capacidad ofensiva o recuperar la salud, lo realmente interesante es que parte la pantalla a la mitad y nos ofrece dos fases independientes y simultáneas por las que movernos. Nuestro movimiento y nuestros enemigos son independientes en cada pantalla, como sucedía en el clásico de Neo Geo, Twinkle Star Sprites (ADK, 1996), pero con la salvedad de que esta vez podemos alternar entre ambas con solo pulsar un botón. En cualquier momento, el jugador puede teletransportarse en el punto exacto en el que se encuentra, pero en la mitad opuesta. A modo de referencia, un destello luminoso le indica dónde aparecería la nave en caso de cambiar de plano. Dimension Drive fomenta el cambio continuo y el ahorro de balas, todo gracias al consumo de energía de nuestra nave (representada en dos barras , una en cada pantalla). Así, cada barra se reduce con los disparos y se recarga cuando estamos en el lado contrario del escenario. Esta vuelta de tuerca aporta un punto de frescura al género y nos obliga a pensar en dos dimensiones simultáneamente.

Los niveles en Dimension Drive están repletos de trampas, con naves enemigas que nos cortan el paso y que nos obligan a movernos con agilidad y precisión, una herencia (por la dificultad) de aquellas recreativas en las que nuestras monedas de cinco duros desaparecían a una velocidad pasmosa. No obstante, el título de 2 Awesome Studio no solo supone un buen reto, sino que en cada nivel presenta microdinámicas que elevan su componente táctico. Poco a poco, el juego desbloquea nuevos ítems y la pantalla partida adquiere mayor relevancia: a veces, simplemente hay que prestar atención a los pequeños cambios entre planos para saber cuándo intercambiar la posición y, otras, debemos activar unos mecanismos en una dimensión para beneficiarnos en la otra (abrir un pasadizo, por ejemplo). El título despliega de forma inteligente la exploración de sus mecánicas, al estilo de Super Meat Boy (Team Meat, 2010), que aunque guarda pocas similitudes en cuanto al gameplay, utiliza los obstáculos y las trampas de una forma similar, perfeccionándolas nivel a nivel con el objetivo de exigirnos más y plantear nuevos problemas con distintas soluciones.

Recuperando el cooperativo local

El cooperativo local constituye uno de los puntos más sólidos del título de 2 Awesome Studio. Dimension Drive ofrece la posibilidad de afrontar las batallas junto a otro jugador, con el que compartimos puntos de salud, pero con el que también sumamos potencia de fuego a la nave. Al compartir ambos jugadores sus niveles de energía, la clave está en que los dos estén siempre que puedan en la misma dimensión, por lo que la coordinación es indispensable para la victoria, como también lo es la comunicación. He jugado con varios compañeros y en todas nuestras partidas, a los pocos segundos de comenzar la aventura, se sucedían los gritos: «derecha, izquierda, cambia, escudos…», algo que sin duda recordarán los más nostálgicos del juego local. El cooperativo de Dimension Drive es muy equilibrado: consigue sumar diversión al planteamiento original y nos hace, al mismo tiempo, más efectivos atacando, pero también más vulnerables ante el fuego enemigo, ya que nuestra energía se agota más rápido. Cualquier error de uno de los jugadores puede poner fin a la partida y sin que su compañero pueda remediarlo. Visto de este modo, constituye un añadido muy interesante porque consigue crear una experiencia cooperativa que incluso mejora la de un solo jugador. Además, esta modalidad en ningún momento resta dificultad al desafío que supone Dimension Drive, ni siquiera en las dificultades más bajas.

Contamos con cuatro modos de dificultad: normal, difícil, extrema y SPM. A medida que elevamos la dificultad, desaparecen los escudos y cada impacto nos resta directamente una vida. En el modo SPM, desbloqueado tras completar la aventura una vez, cada error equivale a reiniciar el juego entero, como sucedía en el modo Ultrapesadilla de DOOM (id Software, 2016). Dimension Drive es un reto hasta para los jugadores más exigentes o aquellos fanáticos de las puntuaciones más altas, jugadores que verán recompensado su empeño en los rankings o bien recibirán un jarro de agua fría al comprobar que no son tan buenos como pensaban. El modo Multi-verse asegura la rejugabilidad del título, ya que de forma quincenal incorpora nuevos niveles por tiempo limitado.

El título todavía se encuentra en early access en Steam, por lo que todavía puede perfeccionarse de aquí a su salida definitiva. De hecho, cuenta con actualizaciones quincenales con las que sus creadores incorporan nuevos elementos y pulen otros en función del feedback de la comunidad. El juego de 2 Awesome Studio está en la fase final de desarrollo —con el lanzamiento previsto para el tercer trimestre de este año—, pero, a pesar de no ser un producto acabado, los visto apunta realmente alto. Dimension Drive cuenta con todos los elementos para convertirse en un arcade  que, siguiendo las bases del género, es capaz de trascender y crear escuela.