El hombre que casi conoció a Sapkowski


El pasado verano fui invitado al Celsius 232 de Avilés para presentar mi libro sobre cine y videojuegos. El importante festival literario, que había acogido en anteriores ediciones a insignes nombres como George R.R. Martin, extendía la alfombra roja en su edición de 2015 al no menos relevante Andrzej Sapkowski, autor de The Witcher. Se me comunicó que existía la posibilidad de compartir mesa redonda con el escritor polaco aunque, conocida su aversión a los videojuegos, se planteaban dejarlo en solitario en su comparecencia para evitar indeseadas confrontaciones. Resultó que al final «problemas familiares» le impidieron acudir a la cita. Pervirtiendo el título de la canción de Nacho Vegas, pensé en aquellos momentos que yo era el hombre que casi había conocido a Andrzej Sapkowski.

“Lo he pasado bien, y casi conocí en una ocasión a Andrzej Sapkowski, y es bastante más de lo que jamás soñaríais en mil vidas”

De haberse dado el encuentro, intentando alejarme de la absoluta admiración que le profeso creo que, en un loco salto al vacío, hubiera preguntado al maestro si de verdad no había reconocido al brujo, a su personaje forjado con palabras, en ese cansado rostro recreado por polígonos que protagoniza los juegos de CD Projekt RED. Si el lenguaje matemático, supuestamente inane, ciertamente fracasaba a la hora de dotar de belleza, hondura y tristeza el rostro de Yennefer. ¿Su desbordante creatividad, señor Sapkowski —habría insistido—, capaz de dar cuerpo con la pluma a un fantástico mundo en decadencia, no encuentra réplica, según usted, en los bellos paisajes llenos de nostalgia que podemos observar con un mando entre las manos? Servidor, que se perdió felizmente en sus libros, nunca pudo imaginar los atardeceres de acuarela henchidos de aventura que plasmó CD Projekt RED en su lienzo digital.

Les espera a ustedes, privilegiados lectores en este lugar de encuentro que es Start, una semana dedicada a The Witcher 3: Wild Hunt en la que la cultura digital se pondrá a la altura de la escrita. Será precisamente el texto el caballo de Troya que hará comprender ese monumento levantado a base de precisos polígonos y preciosas texturas. Ahondarán en ello mis admirados Alberto Venegas, Julián Plaza y Ramón Méndez. El primero analizará la controversia en cuanto a las construcciones raciales que salpicaron la obra de Sapkowski, el segundo, el rico bestiario y la influencia del folklore europeo y, como cierre, el tercero tratará la importancia que tienen las traducciones y adaptaciones de la obra original. Para redondear la jugada, los desarrolladores de CD Projekt RED, artífices de la saga de juegos, serán protagonistas de varias entrevistas. Cuando la travesía llegue a su fin, serán conscientes del estupendo fresco que conforma todo lo que han leído: ni más ni menos que una referencia en castellano sobre The Witcher 3, un brujo de papel que abrazó con respeto, una vez liberado de su entramado de tinta, una nueva piel forjada a base de ceros y unos.

Pónganse cómodos. En una hora comenzamos el viaje.