Mooch: La caverna mecánica


El mito de la caverna de Platón ha sido una de las enseñanzas de filosofía clásica que más veces se ha tomado como referencia en las disciplinas artísticas. En la actualidad encontramos numerosos ejemplos que aplican el pensamiento platónico, ya sea en el cine con películas como The Matrix (Hnos. Wachowsky, 1999) o en el mundo de los videojuegos, con claras aproximaciones como Portal (Valve, 2007) o The Swapper (Facepalm Games, 2013).

Mooch es un título desarrollado por Crank Golin que continúa con esta jugosa vertiente y nos traslada a un mundo en el que un tal Puppet Master, gobernador malévolo, crea secuaces bajo tierra con el único propósito de que estos sean sus esclavos y trabajen en una mina eternamente. Del mismo modo que los habitantes de la caverna, las marionetas de Puppet Master viven completamente ajenas al mundo exterior hasta que uno de ellos, Blink, lo descubre accidentalmente y decide escapar con su compañero Tula. Durante su huída son atrapados por otras máquinas: Tula es despedazado y Blink acaba apresado. Desde ese punto de partida, el héroe comienza un viaje por las profundidades de la tierra con el firme objetivo de recuperar los fragmentos de su compañero y alcanzar juntos la ansiada libertad.

mooch-01-miscelanea-startvideojuegos

Tanto a nivel gameplay como de ambientación, la primera referencia de Mooch parece ser el lúgubre Limbo (Playdead Games, 2010). Además de las similitudes que se perciben a simple vista (sobre todo en lo referente al diseño artístico), Mooth también es un arcade en el que se penaliza al jugador poco precavido, con escenarios repletos de trampas que terminarán con la muerte de los más impacientes. De todas formas, hay muchas diferencias que lo alejan de Limbo, empezando por la vista cenital desde la que seguimos la acción, parecida a la de otros indies como Hotline Miami 2: Wrong Number (Dennaton Games, 2015), por ejemplo. Además, su propuesta no se basa en el ensayo-error, sino que presenta un desafío más sesudo, con un reducido campo de visión que hace que la pausa sea nuestro mejor aliado.

Otro de los aspectos más sobresalientes de Mooch son los diseños de los enemigos y los escenarios, que están realizados completamente a mano. El resultado es en un conjunto sólido y visualmente atractivo, sin eclipsar el resto de apartados como la música, que también enriquece esa atmósfera opresiva y oscura.

Mooch se encuentra ya disponible para PC, lo tenéis en Steam a un precio de 4,99 euros.

Os dejamos con el tráiler: